Playa de Abama: una joya escondida en Tenerife
Si buscas una playa tranquila, bonita y diferente en Tenerife, la playa de Abama es una opción ideal. Se trata de una playa artificial de arena dorada, creada por el hotel Ritz-Carlton para sus huéspedes, pero abierta al público en general. Está situada en el sur de la isla, en el municipio de Guía de Isora, rodeada de plataneras y acantilados.
Cómo llegar a la playa de Abama
Para acceder a la playa de Abama, hay que ir en coche y aparcar en el parking gratuito que hay junto a la carretera. Desde allí, hay que caminar unos 600 metros por un camino que atraviesa los jardines del hotel hasta llegar a unas escaleras que bajan hasta la arena. El descenso es bastante largo y puede resultar cansado, sobre todo a la vuelta, pero merece la pena por las vistas y el ambiente.
Los huéspedes del hotel tienen un acceso más cómodo, ya que pueden usar un ascensor panorámico o unos carritos de golf que les llevan hasta la playa. Sin embargo, no hay que sentirse intimidado por el lujo del hotel, ya que la playa es pública y todos pueden disfrutarla.
Qué hacer en la playa de Abama
La playa de Abama es un lugar perfecto para relajarse y disfrutar del sol y el mar. La playa tiene unos 300 metros de longitud y unos 40 de ancho, y está protegida por un muro de piedras que hace de rompeolas. Esto crea una piscina natural de aguas cristalinas y tranquilas, ideal para los niños y para practicar snorkel.
La playa cuenta con algunos servicios, como hamacas, sombrillas, duchas y un restaurante. Sin embargo, estos servicios son bastante caros, ya que pertenecen al hotel. Por ejemplo, alquilar dos hamacas y una sombrilla cuesta unos 35 euros. Por eso, se recomienda llevar tu propia toalla, sombrilla y comida si quieres ahorrar dinero.
La playa de Abama es una de las mejores playas de Tenerife por su belleza, su tranquilidad y su singularidad. Es un lugar ideal para escapar del bullicio de otras playas más masificadas y disfrutar de un día de relax en contacto con la naturaleza. Si visitas Tenerife, no te pierdas esta joya escondida entre los acantilados.
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